La supervisión remota aumenta la seguridad y la dignidad de las personas mayores de la sociedad

Parte del proyecto incluye un uso más intensivo de la supervisión remota. La actitud positiva hacia la supervisión remota ha permitido alcanzar el objetivo de reducir el personal nocturno en un 25 %. Puede ahorrar millones de coronas suecas, que pueden redistribuirse e invertirse en otros cuidados para los mayores. Christer Fransson, jefe del departamento de Servicios Sociales de Uddevalla, ha compartido sus reflexiones y experiencias sobre la supervisión remota con Careium.

Los beneficios de la supervisión remota

En Uddevalla hay 60 usuarios del servicio que tienen visitas de seguridad y 21 de ellas se realizan mediante supervisión remota (abril de 2021). El objetivo futuro es utilizar la tecnología asistencial en el cuidado de personas mayores en la medida de lo posible, y que la supervisión remota esté al alcance de cualquiera que lo desee. Así se pueden redistribuir los recursos y el personal sanitario puede centrarse más en las visitas asistenciales que se realizan durante el día en lugar de la noche.

Otro estudio realizado por los municipios y regiones de Suecia muestra la satisfacción de los usuarios. El 95 % de las personas que probaron las cámaras nocturnas han decidido continuar con ellas. Christer Fransson está convencido de que la tecnología asistencial ha llegado para quedarse en la atención a las personas mayores, y que tiene muy buenas oportunidades de desarrollo en el futuro.

¿Cómo funciona la supervisión remota?

Visit es un sistema para la supervisión remota que es más respetuoso con el medio ambiente y menos molesto que las visitas físicas a domicilio. Es una forma segura de que los ayuntamientos realicen visitas de seguridad. La alternativa a la supervisión remota son las visitas del personal de atención domiciliaria, la mayoría de las cuales son nocturnas para garantizar que el usuario del servicio duerme de forma segura.

La cámara Visit es fácil de instalar donde se necesita. El operador de la alarma activa la cámara a una hora predeterminada para verificar que todo va bien con el usuario del servicio. Cuando la cámara no está en uso, se apunta al techo o a una pared. La planificación de la supervisión por cámara es similar a la que se realiza para las visitas regulares a domicilio. El usuario y su familia, junto con el proveedor de servicios, acuerdan a qué hora debe activarse la cámara y cuándo debe realizarse la supervisión. Solo el personal autorizado puede supervisar, y se mantiene un registro de operaciones para controlar quién hizo qué y cuándo. No se guarda ninguna imagen ni vídeo.